lunes, 14 de marzo de 2011

Diario de una salida: salinas de Tenefé y Museo de la Zafra (por Gabriel Martín)


 Los alumnos de 3º diver hicimos hace poco una salida extraescolar, la mañana la comenzamos en una churrería de Vecindario con un desayuno que la profe llamaba de convivencia fue divertido y compartimos un rato juntos charlando y desayunando churros con chocolate.
              Después del desayuno nos trasladamos a las Salinas de Tenefé que se encuentran situadas en la costa del término municipal de Santa Lucia, en la zona conocida como punta de Tenefé; allí nos esperaba una monitora que nos comenzó diciendo que estas salinas hace más de un año que no se explotan por falta de personal y que responden al tipo de salinas antiguas de barro que fueron construidas  a finales del siglo XVIII con dos objetivos.

-Vender la sal a los barcos de pesca que faenaban en la costa del caladero canario-sahariano, que tenían como único conservantes para las capturas a la sal (salazones).
-Abastecer al consumo insular.
             La visita al complejo salinero contó con dos partes bien diferenciadas; primero hicimos un recorrido por el entorno de las salinas y se nos contó el proceso productivo de la sal, seguidamente entramos al centro de interpretación de las salinas que se encuentra en la segunda planta de la antigua casa del salinero que está acondicionada como sala expositiva en la que se nos explicó:
-La historia de la sal.
-La importancia de la sal en nuestro cuerpo.
-Los múltiples y variados usos de la sal, no sólo domésticos sino también sus aplicaciones como conservante, salazòn, medicina popular, etc
-Aprendimos también algunas curiosidades ¿comprarían ustedes sal húmeda y poco blanca? Pues sepan que la que presenta estas características es una sal más pura y que no  contiene productos químicos.
           Seguidamente nos trasladamos al Museo de la zafra donde se nos enseñó los aspectos más importantes de la historia reciente de nuestro municipio relacionados con el cultivo del tomate, se nos explicó  como era el proceso de producciòn,empaquetado,transporte y exportación de este cultivo, además del modo de vida de los aparceros que vivían en condiciones  deplorables en chozas y cuarterias;pero,sin duda, lo que más nos llamó  la atención es que  el museo cuenta con un pozo original de 85 metros de profundidad “el pozo de los Betancores” que conserva toda su maquinaria.
         En fìn, dos visitas interesantes y en la que aprendimos muchas cosas nuevas, desde aquí animo a todos los que no las conozcan para que vayan a visitarlas.

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